Por éste lado me estoy preocupando de escribirle a mi hijo, Nicolás Riquelme. Espero que tenga para mi buenos recuerdos y que, a través de su vida, contemple todo lo que él ha significado, significa y significará para mí. Además, estoy pre-claro que podrá ver más allá de las evidencias, y obtendrá el dato correcto en el cual la madeja se comienza a tejer. En todo caso, solamente el podrá saber cuando el tejido de la vida tiene un nuevo comienzo, ya que ha recibido la configuración necesaria.
Por acá te esperaré Nicolás y cuando tengas la oportunidad , el espacio y el tiempo no dudes en mandarme una señal.
jueves, marzo 23, 2006
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